Este 17 de abril falleció Ramona de Saá Bello, destacada maître de Ballet, una de las figuras más notables de la Pedagogía de la Danza en el mundo contemporáneo, reconocida internacionalmente; discípula de Alicia Alonso y, por mucho tiempo, directora de la Escuela Nacional de Ballet «Fernando Alonso».
Fue profesora adjunta de nuestra Universidad de las Artes (ISA), la cual premió su entrega y sacrificio con el título de Doctora Honoris Causa en Arte, en el año 2000.
El legado de la maestra Ramona de Saá va más allá de lo artístico; es y será siempre un ejemplo de fortaleza moral, sencillez, ética y altruismo. Fue miembro de la Comisión de Carrera de Arte Danzario y del Consejo Científico de esta alta casa de estudios.
Ostentaba al morir las distinciones Raúl Gómez García (del Sindicato de Trabajadores de la Cultura), por la Educación Cubana, por la Cultura Nacional; las medallas Jesús Menéndez, José Tey y Alejo Carpentier (2001); los diplomas de Fundadora de la Escuela Nacional de Arte y al Mérito Pedagógico (Ministerio de Cultura); los premios Nacional de Danza (2006) y Nacional de Enseñanza Artística (2002); y la Orden Félix Varela.
La recordaremos siempre en las aulas del ISA. En el eterno magisterio de su inmenso legado.